Sesgo de Superviviente

15.07.2020

Durante la Segunda Guerra Mundial la Marina norteamericana quiso determinar qué partes del fuselaje de sus aviones debía reforzar para reducir el número de aparatos abatidos durante las misiones sobre territorio enemigo. Por ello, encargó al Centro de Análisis Navales un estudio sobre los daños recibidos por los aviones que habían regresado tocados a sus bases. El resultado del estudio mostraba que la mayor parte de los impactos de bala recibidos por esos aviones se concentraban en los extremos de las alas, el cuerpo central del avión y los timones de profundidad de la cola. Lógicamente, la conclusión a la que llegaron los militares era que había que reforzar el blindaje de esas zonas, por ser las que más daño recibían. O quizá no. Abraham Wald, un matemático judío de origen húngaro, que había emigrado a EEUU escapando de los nazis, tuvo acceso a los datos del estudio, y llegó a una conclusión totalmente opuesta a la de los militares. Para él, las zonas a reforzar eran el morro, los motores y la zona media del fuselaje. Es decir, aquellas partes que acumulaban un menor número de impactos en los aviones examinados.

¿Por qué llegó a esta conclusión?. Wald se había dado cuenta de que el análisis había cometido un error de sesgo. A la hora de cuantificar los daños recibidos por los aviones durante sus misiones, habían considerado únicamente los daños en los aviones que habían regresado de sus misiones. No se habían parado a considerar los aviones perdidos en combate. No estaban tomando en consideración a todos los aviones, sólo a los supervivientes. Para Wald, estaba claro que el análisis no mostraba las zonas que necesitaban un mayor refuerzo; al contrario, mostraba las zonas donde los aviones podían soportar mayor cantidad de daños sin un resultado catastrófico. Sencillamente, los aviones que habían recibido daños en las zonas recomendadas por Wald se habían estrellado en un porcentaje mucho mayor que los demás; por eso había pocos aviones con esa clase de daños entre los retornados, y por eso eran esas las zonas de los aparatos que era necesario reforzar.

A este error se le llama sesgo del superviviente. Es un error de lógica que se produce al estudiar personas o cosas que han pasado un proceso de selección y no tener en cuenta todo el panorama, llevando a conclusiones falsas.

Dada la crisis que estamos viviendo, es valido preguntarnos ¿que es lo que estamos mirando en esta pandemia? ¿Que oportunidades trae esta crisis?

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